Menü
Al ver la comida deliciosa, empecé a salivar.
El perro salivaba cada vez que escuchaba la campana.
No puedo evitar salivar cuando huelo el pan recién horneado.
Ella salivó al ver la enorme pizza con queso derretido.
Nosotros salivamos al pensar en el festín que nos espera.
El bebé salivaba mientras masticaba su juguete.
Cuando veo un limón, automáticamente salivo.
Los niños salivan al ver los dulces en la tienda.
En el concurso de cocina, los jueces no pudieron evitar salivar al probar los platillos.
Mi gato saliva cada vez que le sirvo su comida favorita.
Yo salivo cuando veo comida deliciosa.
Tú salivas al oler el pan recién hecho.
Él/Ella/Usted saliva al pensar en su plato favorito.
Nosotros/Nosotras salivamos al ver la parrilla encendida.
Vosotros/Vosotras saliváis antes de la cena.
Ellos/Ellas/Ustedes salivan al recordar el postre.
Yo salivaba cada vez que veía ese anuncio de comida.
Tú salivabas al pasar por la panadería.
Él/Ella/Usted salivaba al ver las frutas frescas.
Nosotros/Nosotras salivábamos durante el almuerzo.
Vosotros/Vosotras salivabais al pensar en la cena de Navidad.
Ellos/Ellas/Ustedes salivaban al recordar las recetas de la abuela.
Yo he salivado al ver ese plato exquisito.
Tú has salivado con el aroma de la comida.
Él/Ella/Usted ha salivado al ver el menú.
Nosotros/Nosotras hemos salivado durante la fiesta.
Vosotros/Vosotras habéis salivado al ver la parrillada.
Ellos/Ellas/Ustedes han salivado con la comida casera.
Yo había salivado antes de que sirvieran el plato principal.
Tú habías salivado al oler la comida.
Él/Ella/Usted había salivado al ver la presentación del plato.
Nosotros/Nosotras habíamos salivado antes de la cena.
Vosotros/Vosotras habíais salivado al pensar en el festín.
Ellos/Ellas/Ustedes habían salivado al recordar las recetas familiares.
Yo salivaré al ver el buffet.
Tú salivarás al oler el asado.
Él/Ella/Usted salivará al ver la mesa servida.
Nosotros/Nosotras salivaremos al pensar en la barbacoa.
Vosotros/Vosotras salivaréis al ver el banquete.
Ellos/Ellas/Ustedes salivarán al recordar las delicias.
Yo habré salivado antes de que llegue la comida.
Tú habrás salivado cuando sirvan el postre.
Él/Ella/Usted habrá salivado al ver la presentación.
Nosotros/Nosotras habremos salivado al pensar en la cena.
Vosotros/Vosotras habréis salivado antes de la reunión.
Ellos/Ellas/Ustedes habrán salivado al recordar la comida casera.
Yo salivaría al ver esos platos.
Tú salivarías al oler esa comida.
Él/Ella/Usted salivaría al ver el menú.
Nosotros/Nosotras salivaríamos al pensar en la cena.
Vosotros/Vosotras salivaríais al recordar el festín.
Ellos/Ellas/Ustedes salivarían al pensar en las recetas.
Yo habría salivado al ver esa comida.
Tú habrías salivado al oler la cena.
Él/Ella/Usted habría salivado al ver el banquete.
Nosotros/Nosotras habríamos salivado al recordar la parrillada.
Vosotros/Vosotras habríais salivado al pensar en el postre.
Ellos/Ellas/Ustedes habrían salivado al ver la comida casera.
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